miércoles, 24 de febrero de 2010
Reflexiones en fila
De las pocas cosas buenas que suelen tener las esperas, una es que te vuelven más observador. "Compra de fin de semana, o de cumpleaños", pienso mirando el carrito de un chico en la fila de al lado. También es común, en estos casos, que la observación estimule la imaginación. Se puede, en este caso por ejemplo, imaginar cómo es la vida de quienes realizan las compras del supermercado a partir de lo que llevan en sus carros: si viven solos, son estudiantes, tienen familia, o si saben cocinar...
Miro mi carro, ¿qué historias contarán sobre mí la comida y los artículos de perfumería en la cabeza de los otros?
lunes, 22 de febrero de 2010
Retrato robado desde el micro
Vestida de furioso rojo, se balanceaba de un pie a otro esperando su micro. De ojos grandes bien abiertos y vistoso pelo amarillo jugaba con una cinta de color entre sus dedos. El resto de la gente en la parada, sin embargo, parecía no percatarse de su presencia.
Retrato robado en un micro
Observaba el tránsito por la ventana como si todo lo que pasaba después del vidrio fuese algo lejano, distante. Los ojos redondos y negros, de mirada cansina, como de perro; las manos cruzadas sobre el pantalón azul de trabajo, parecía un hombre tranquilo.
El micro arrancó bruscamente después del semáforo y el hombre se sacudió en un sobresalto, como si despertara de un sueño, se inclinó hacia adelante para ver el cartel que indicaba las calles y se paró bruscamente. Sonó el timbre y se perdió entre la gente sobre la avenida.
El micro arrancó bruscamente después del semáforo y el hombre se sacudió en un sobresalto, como si despertara de un sueño, se inclinó hacia adelante para ver el cartel que indicaba las calles y se paró bruscamente. Sonó el timbre y se perdió entre la gente sobre la avenida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)