miércoles, 24 de febrero de 2010

Reflexiones en fila



De las pocas cosas buenas que suelen tener las esperas, una es que te vuelven más observador. "Compra de fin de semana, o de cumpleaños", pienso mirando el carrito de un chico en la fila de al lado. También es común, en estos casos,  que la observación estimule la imaginación. Se puede, en este caso por ejemplo, imaginar cómo es la vida de quienes realizan las compras del supermercado a partir de lo que llevan en sus carros: si viven solos, son estudiantes, tienen familia, o si saben cocinar... 
Miro mi carro, ¿qué historias contarán sobre mí la comida y los artículos de perfumería en la cabeza de los otros?

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