viernes, 22 de octubre de 2010

historia doméstica y real

Ayer entró un pollo en mi casa. No sé si es un pollo exactamente, pero seguro que es algún tipo de pájaro grande y regordete. Estaba en la cocina, entre la cafetera y el bidón de agua y nos miraba fijo. Lo encontró mi hermano que creyó que alguno le estaba haciendo una joda. Qué joda encontrar un pollo en la cocina!. Lo sacó de ahí empujándolo suavemnte con la pinza de la parrilla. El tipo ni voló, salió caminando y se metió en el patio entre los cajones de cerveza. De ese lugar lo espantaron mis perras, cuando las sacamos volvió a salir corriendo y se fue al fondo del jardín.


¿alguien me puede explicar qué hago yo ahora con el pollo?
lo único que se me ocurrió fue tirarle pedazos de galletitas...

desesperar

Si hay un lugar triste y con mal gusto es la sala de espera