por casualidad miré hacia arriba y ahí estaba...
... sola, silenciosa, casi imperceptible. Pero yo sentía su presencia, su compañía como una sombra blanca.
Seguí mi camino ...
... cuando volví a mirar, lejos ya de donde estaba antes, ella seguía ahí. Casi igual, pero distinta; con la misma forma pero de otro color. Una compañía extraña para alguien solitario.
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